Un pueblo de carácter libre, creativo y festivo

Sant Ferran es una población interior situada en el centro de la isla, donde se cruzan las carreteras que provienen de Sant Francesc, Es Pujols y el Pilar de la Mola.

La carretera principal de Formentera marca el límite sur del pueblo, que cuenta con un pequeño centro histórico con la iglesia, la plaza y un entramado de callecitas peatonales reformadas en los últimos años.

El pueblo de Sant Ferran de Ses Roques fue en los años setenta el punto de encuentro de hippies y bohemios, reunidos en la legendaria Fonda Pepe que aún permanece abierta. Este carácter libre, creativo y festivo se mantiene en los mercados artesanales y artísticos que se celebran en los meses estivales todas las noches excepto miércoles y domingos.

Con una iglesia que debía construirse en las Salinas. Sin embargo, el templo no se llegó a levantar allí porque las condiciones no eran adecuadas. A finales de 1883 finalmente se comenzaron las obras del nuevo templo, situado en el lugar elegido por los vecinos: Ses Roques. La iglesia de Sant Ferran de Ses Roques se inauguró en 1889 y es la más pequeña de las tres iglesias parroquiales. Tiene planta de cruz latina, con dos capillas a sendos lados del presbiterio. Fue declarada bien de interés cultural, en la tipología de conjunto histórico, en el año 1996.

En las proximidades de Sant Ferran podemos visitar la Torre de defensa de Punta Prima (dirección norte), los embarcaderos de Cala en Baster y los acantilados de piedra marés (dirección este), dos antiguos molinos de viento, el Molí d’en Teuet (al sur) y el Molí de ses Roques (al este) y el sepulcro megalítico de Ca na Costa (dirección oeste, pasado el pueblo de es Pujols).